Una vez me comentaron, o mejor dicho me sugirieron, que no tenga como socios a amigos porque terminaría peleándome y perdiendo tanto un compañero de negocios como compañero en la vida… Lo mismo escuché, hace unos días, de un padre a un hijo cuando este último le estaba por comprar un auto a un amigo, donde el primero le decía textualmente al segundo que «No le compres autos a tus amigos, te vas a terminar peleando«…
De lo segundo no opino porque todavía me sigo desplazando en un dos ruedas, pero en el caso de lo primero discrepo bastante ya que creo que una asociación entre amigos es posible, y puede llevarse con armonía, si los integrantes de esta asociación, y a su vez amigos, no terminan intentando aplastar al otro en algún aspecto…
Creo yo que una asociación consiste en formar un grupo donde sus integrantes cubran diferentes aspectos del negocio a tratar, encargándose cada uno de las áreas en donde laboralmente se destacan… Creo que una sociedad de negocios integrada por pilares firmes en sus áreas conlleva a que la misma se fortifique y se destaque a nivel grupal de la competencia, permitiéndole crecer sobre la misma…
Todo ese hermoso planteo, utópico para algunos, se rompe cuando dentro de la sociedad uno de estos pilares se sale de su área, intenta abarcar la especialidad de otros, o incluso, y aún peor, se sienta en el trono de oro considerando al resto de sus iguales como súbditos, empleados, o cualquier otro adjetivo que denote inferioridad, provocando en este caso que la sociedad no pase a ser más que una empresa jerarquizada…
En el ámbito de los Blogs hay varios ejemplos concisos de «ausencia de sociedad», más que nada en las Redes de Blogs, donde uno manda, o dicho vulgarmente «dirige la batuta», y los otros escriben como esclavos la mayor cantidad de artículos posibles por una suma ínfima, quizás sin conocer a quien esta en la cabeza de la empresa, y sin recibir un más que gratificante «Buen artículo te mandaste» por más que el mismo consista de medio párrafo…
Para ejemplificar el caso contrario no puedo dejar pasar la experiencia en carne propia que estoy viviendo yo en Kabytes, el caso más cercano que se me ocurre y que puedo contar, donde por más que todos los escritores tenemos en claro quienes son los dueños, esto no significa que los mismos nos vean a nosotros como empleados sentados en un escritorio dispuestos a cumplir cualquier capricho que se les cruce por la cabeza…
Por supuesto que de mi experiencia estoy hablando demasiado pronto, ya que uno nunca sabe si dentro de unas semanas voy a querer matar con un hacha a alguno, pero me mantengo firme en esta postura de que se puede formar una sociedad de negocios entre amigos… ¿Esto será fácil?, lo dudo, seguro requerirá de un esfuerzo de todos los integrantes, quienes deberán recordarse todas las mañanas que antes que socios son amigos…
Por otro lado, antes de cerrar, los invito a compartir experiencias propias de negocios entre amigos, y dar su punto de vista en cuando a si es posible o no formar este tipo de sociedades… Saludos…
Pablo
16 años ago
Muy buena entrada Nahuel. En lo particular me toco terminar solo 2 sociedades de las que tuve en toda mi vida, y se da la casualidad (o no) de que estas dos que cerraron eran con personas con las que no tenia un lazo de amistad.
Yo creo que si las cosas estan claras desde un principio y siempre se busca que los integrantes de la sociedad tengan un beneficio de verdad la sociedad puede mantenerse por muchisimo tiempo. El principal problema con las sociedades que se desgastan porque los terminos no son claros, o en esa amistad se entran a confundir los terminos acordados.
Ademas cuando uno llega a cierto nivel de confianza con una persona la amistad es casi inminente. En lo particular siempre me encontra comodo trabajando con personas muy cercanas a mi.
Saludos!
Neri
16 años ago
Yo creo que sí se puede, pero antes hay que dejar todas las cosas en claro y no pensar «si somos amigos, todo bien», creo que ese es el mejor y el primer punto que hay que considerar antes de empezar un negocio con un amigo.
Saludos Nahuel, lindo artículo.
Alejandro
16 años ago
Creo que es mucho más lógico formar una sociedad con un amigo que con un desconocido.
Agostina
16 años ago
En mi caso no poseo un negocio, pero si me ha tocado formar sociedad con amigos en la facultad para hacer un trabajo, en algunos me ha ido muy bien, y en otros termine trabajando sola.
Considero, como dice Neri que lo mejor es dejar las cosas en claro desde el principio.
Tambien hay que tener una gran madurez para poder separar un negocio de la amistad y no caer en la competencio o en la desconfianza, si ambos lados tienen buenas intenciones y buscan que el negocio propere de forma «sana» es muy factible que las cosas se den bien.
No todas las amistades tienen los mismos intereses para con un negocio. Creo que es un trabajo tedioso en los primero tiempos pero que si se logra poner las cartas sobre la mesa, se puede llegar a formar un armonioso ámbito de trabajo. Sin mencionar lo saludable que podría llegar a ser ya que uno en sus amigos confía y un negocio sin confianza es alto dolor de cabeza.
Pero bueno, en particular siempre me agrado poder trabajar sola, no se si sera que estoy en un ámbito universitario (ya que no tengo un negocio) y ahí últimamente es todo un «viva la pepa» y prefiero tener yo tener el control de las cosas. Sin mencionar que soy muy detallista y hasta puedo llegar a ser muy rompe quinotos. Pero al menos lo admito y se que deberé trabajar en ello para el día de mañana poder formar una sociedad con amigos y también con no amigos.
Muy buen articulo.
Saludos
Nahuel Sanchez
16 años ago
@Pablo, no se como habrá sido en tu caso pero quizás muchas sociedades se terminan porque uno de los integrantes cede para no perder la amistad de los otros, o al revés, tiene que ceder porque al otro se le «subieron los humos a la cabeza»…
@Neri, coincido, creo que sirve hacer una diferencia entra amistad y condición en el trabajo, aunque es complicado discutir con el socio que fuera de la empresa es en realidad tu amigo… Dejar las cosas en claro antes de empezar es lo mejor, coincido con vos…
@Alejandro, en realidad yo no quiero transmitir con mi artículo que los socios son amigos o completos desconocidos… No es lo mismo considerar a alguien un amigo que un socio, ni tampoco lo mismo que un amigo que a su vez es un socio… No presento expresar que para conseguir un socio hay que salir a la vereda a manotear un peatón porque sería una ridiculez… Perdón si te transmití eso, un saludo…
@Agostina, gracias por compartir tus experiencias, quería destacar lo que vos decís sobre la madurez, algo importante para entablar relaciones laborales… En tu caso, y por tu forma de ser, te has decidido por el trabajo individual porque sos una persona madura que se conoce a si misma y no podría tolerar a su lado a una persona que no coloque el mismo esfuerzo que uno… Saludos…
Dayana
16 años ago
Ya los quiero ver cuando haya que opinar sobre sociedades con familiares!!!!
En lo personal pienso que es muy variable el tema. Puede haber amigos excelentes que laburando son pésimos o que tienen un estilo de hacerlo incompatible con el nuestro.
Para un ejemplo más próximo y que la mayoría de nosotros lo ha vivido alguna vez, está el de las vacaciones con amigos. Es un emprendimiento, aunque el fin no sea ganar plata.
Ahí claramente ves estos personajes:
– El maniático: del orden, de la limpieza, de los vecinos, de la calidad del lugar, etc.
En el laburo sería el que se declara en paro hasta que no le devuelvan su Bic azul trazo fino.
– El que le chupa todo un huevo: un tornado se está llevando la carpa con todos adentro y el tipo ni se inmuta.
Sería el socio que ante una histeria general por los números que no cierran soltaría un «¿Les mostré el video de You tube que encontré?»
– El aventurero: le dijeron que hay una playa virgen cruzando un monte a 50 km del lugar con civilización más cercano. Antes que digas sí te das cuenta que estás en el auto a mitad de camino.
En el emprendimiento sería el que se manda sin pensar mucho. Si sale bien, suspirás aliviado en lugar de disfrutar. Si sale mal, es probable que sea por tu culpa que no lo frenaste en su locura.
– El avaro: duermen en una pensión entre pulgas y cucarachas, comen arvejas enlatadas y caminan más que si fueran mormones por no gastar un mango.
En la oficina sería el que obliga a racionalizar cualquier consumo como si estuvieran en un búnker en medio de una guerra.
– El improlijo: nadie se dio cuenta que el tipo era un chiquero ambulante hasta que tuvieron que convivir con él 15 días.
En el laburo es el que puede servirle un café a un cliente en una taza manchada con labial a medio enjuagar.
– El inútil: lo llevaron de vacaciones porque les daba lástima dejarlo, pero no sirve ni para clavar la sombrilla en la arena.
Trabajo: si tuviera algún pariente puntero, entraría tranquilamente a laburar a una oficina pública.
– El workaholic: en las vacaciones quiere conocer todos los lugares, tomar, todas las excursiones, ir a todos los museos, etc.
En el laburo… bueno, ya se imaginan.
– El que no planifica: te llamó para ir a dar una vuelta un domingo y cuando quisiste acordar estabas a 300 km de tu casa porque se dejó llevar por la ruta.
En el laburo se gastó la guita en vaya a saber qué y no tiene con qué pagar el alquiler.
– El colgado: todos confiaban en que él traía el mapa, la cámara de fotos y las entradas. Claro que lo único que se olvidó fue el bolso… con todo eso adentro!
Es el responsable de entregar un trabajo cierto día a cierta hora… y lo hace dos días después (con suerte).
Y así podría seguir dando miles de ejemplos, pero eso ya debería dejarlo para un post en mi blog 😀
rodolfo
16 años ago
Vos hablas desde el punto de vista ideal y no del real. Hace caso de esos consejos, que vienen de gente que ya lo vivio. Tenes 18 años no saliste del cascaron.
Franco
16 años ago
Muy buena entrata.
Amigos y yo estamos haciendo una pagiana web, cada quien tiene su responsabilidad sin renunciar a opiniones del resto hasta ahora vamos bien. esperamos seguir asi cuando ya tengamos lista la pagina.
Saludos
fede
15 años ago
hola a todos, en lo personal les puedo contar que mi experiencia (reciente) termino realmente mal, mientras no habia un mango todoestaba mas que bien, tirabamos como burros para el mismo lado, el problema surgio cuando empezo a haber una buena entrada de dinero y empezaron a surgir los problemas cuando no era el momento y se termino la sociedad, desde entonces la relacion de amistad quedo bastante fria ( tengo 28 años y nos conocemos hace 15)
mi conclusion
yo nunca pense asi todo lo contrario, pero no recomiendo las sociedades con amigos, ni con famila,ni con parejas, si pueden hacer las cosas solos mejor.
esta es mi experiencia y no todas son iguales
sino hay que dejar las cosas muy pero muy claras antes, asi todo aunque la cosa vaya bien el desgaste de la amistad es complicado que no suceda.
saludos
suerte.
Fernanda
9 años ago
Chicos piensen bien antes de formar sociedades con amistades, acabo de salir de una, aparentemente en buenos terminos, veamos que pasa con los días aún hay trabajos por finiquitar. Es una amistad de 8 años los dos apostamos por esta sociedad sólo q un día porque el tenía mayor conocimiento sobre un tema y yo cuestione, (quizá no tuve el tino para cuestionar) quería que me explicara porque tenía que ser así, y prácticamente me ordenó que lo hiciera, «tienes que hacer así y punto» la forma en la que lo dijo obviamente me molesto y discutimos acaloradamente, ese día terminamos la sociedad pues los trabajos que hasta el momento estábamos haciendo eran más sus clientes que míos y me increpó que odiaba que no le hagan caso y yo odio que me traten de esa manera…. Antes de empeorar las cosas nos abrimos… Fue una sociedad de 4 meses…. Ustedes dirán…