Máquina del tiempo mundialista: ISS deluxe

Hubo un tiempo que fue hermoso
y fui libre de verdad,
guardaba todos mis sueños
en castillos de cristal.

Hay veces que me siento identificado con esa parte de la canción de Sui Generis, quizás porque la aprendí en el primer año de la secundaria y a su vez concuerda con la época donde jugaba al juego que cambió la historia de los juegos de fútbol en las consolas: International Superstar Soccer Deluxe. En esa época todo era hermoso en mi vida y parte de mis sueños los guardaba en ese castillo de cristal y plástico de marca Noblex que todavía funciona.

Este juego fue la segunda apuesta de Konami en el prolífico mercado deportivo en la época dorada de los videojuegos (estamos hablando cuando la sega Génesis y la Super Nintendo «combatieron»  la mas pareja y recordada contienda del mercado hasta la fecha). Primero había llegado el ISS a la SNES causando una sensación (que en mi caso me hizo vender la Genesis para pasarme a la SNES) y abriéndole los ojos a EA Sports que disfrutaba de la popularidad de su Fifa International Soccer. Sin darnos cuenta estábamos siendo testigos del comienzo de dos filosofías en lo que respecta a juegos de fútbol.

ISS Deluxe Cartucho

(ISS Deluxe para SNES, un juego mágico para todo futbolero)

Si bien hasta el momento que llegara la serie de fútbol de Konami por mis manos habían pasado geniales juegos de fútbol siempre sentí algo especial al jugar los ISS que luego se transformaron en «los Pro Evolution» y era una sensación que me decía «estos juegos están diseñados por fanáticos de fútbol, como yo». Guiños, una UI fantástica, importancia de las tácticas, el estado anímico y la elección de jugadores, parecidos de los jugadores con los que jugaban en la época (quién no recuerda al genial Carboni que no era más que un rebautizado Ravanelli) , el genial modo Scenario que permitía «dar vuelta» partidos históricos, toda una revelación para su época.

De vez en cuando cargo el emulador de SNES y me juego un par de partidos con Italia, elijo la formación 3-4-3 y mientras revivo esos años hermosos de la adolescencia hago magia con Galfano, Coliuto y Carboni.

Me agarró la melancolía, me voy a jugar una copa del mundo, mientras los dejo con un excelente Italia – España con el truco del perro árbitro habilitado:

¡It’s a bigggggggggg kick!