El uso del desuso

El desuso es un gran enemigo de la tecnología, muchas cosas que han venido a revolucionar diferentes aspectos de nuestras sociedades en su momento, caen sin más en el cruel destino del paso del tiempo y la innovación. Está claro que hay muchos que siguen considerando estas, me gustan llamarlas, tecnologías en desuso, como lo que han sido y no suelen aprehender las innovaciones con gran ímpetu.

Esto sucede por muchas cuestiones, fidelidad del sonido, de la imagen, textura, calidad, resultado estético, hay miles de motivos por los que hoy en día se puede intentar filmar con una Super 8, si tenemos la buena fortuna de haber encontrado u adquirido alguna, pero seguramente el resultado será difícil de reproducir o manipular. Lo mismo con varios elementos que han hecho furor como formato soporte, y luego han sido reemplazados por otros más, por ponerles un nombre, novedosos.

Y encuentro que para esta situación hay dos caminos posibles, quizás el primero sea el más costoso de todos, tratar de conseguir equipos pertinentes, o material que aún pueda ser reproducido con cierta calidad, que si es su caso les recomiendo recorran lo que aquí en Argentina se denominan mercados de pulgas, hay maravillas añejas de esas que nos atraen sobremanera.

El  otro camino es modificar aquello que ya tenemos dándole un nuevo uso, con su impronta singular a cada elemento que siempre es atractiva y nos sitúa en lugares diferentes. La resignificación del uso explícito de un material o elemento ha sido fuente de inspiración de innumerables artistas, y con resultados brillantes.

Fotografía del trabajo de iri5 en Flickr, utilizando cinta de fílmico o cassettes para elaborar dibujos de personajes famosos.

Para otro momento dejaré la eterna discusión de si puede o no considerarse arte, por lo pronto considero que es un buen recurso y se necesita imaginación y talento para que el resultado sea algo digno de admiración.